martes, octubre 03, 2006

Monólogo De Una Gallareta II

Se han parado alguna vez en medio de una calle desierta, la misma que horas antes había tanto transito que a penas se podía respirar?, sobre tus piernas, no en auto o bicicleta ni triciclo, sobre tus pies. Que sensación!
No, no tiene nada que ver con lo que quiero decir, la verdad es que no hay mucha relevancia a veces en lo que digo, con lo que quiero decir, es parte de mi, pero siempre termino diciendo lo que realmente quería decir en alguna parte y lo curioso de todo es que aunque parezca la idea central que me moviliza a comunicar, ésta puede pasar inadvertida a la persona o personas a quien quiero decirles, parece absurdo, pero no lo es.
Hace unos años, hice una promesa a alguien, dejé de ver a esa persona y no vio que cumplí mi promesa, pero no dependía de esa persona el afán, sino de mi. A esa persona, no importa donde se encuentre: Gracias!. Para no olvidar esa motivación que me impulsó a cumplir mi promesa aún guardo la primera página de una agenda que me regaló.
A veces no nos motivan muchas cosas para hacer algo en la vida, sobre todo si toda la vida te vives resistiendo a los demás, es lo de menos, quejarse solo sirve para levantar el lastimero humano y eso da asco. Pero cuando algo nos motiva, todo cambia, cambia inclusive el compromiso que tienes contigo mismo de perseverar, alcanzarte y rebasarte no importa cuantas veces creas que te hayan dejado caer. Sobre todo si internalizas que del suelo no pasaras (jaja). Siempre ver las cosas en sus peores consecuencias, de ahí en alto cualquier cosa que venga será menos malo. ¿Prepararse así para todo?, más bien parecería prepararse en trincheras para una guerra, pero qué es la guerra, digo, la vida? Una carrera de obstáculos donde el gran premio será el mismo para todos, los que lleguen en primer lugar o los que lleguen gateando porque se acabaron las fuerzas y llegan con la lengua afuera…un dulce reposo, en el cajón (y no es el cajón de los ignorados de la sala de poesía), del color de preferencia de los que nos amaron y están cerca…(pensándolo bien eso me falta por dejar dispuesto), en fin, un dulce y apacible sueño. Así que aplicarnos la trillada frase: Lo importante de la vida no es vivirla, sino saberlo hacer... ¿vendrá algún libro para ello?

…Cuando algo te impida ver, quita el espejo que esta frente a ti, hay otros rostros que ver más allá! (acá, aquí, allá, allí, sin ánimos de marear).