martes, septiembre 19, 2006

ULYSSES


Ulysses (fragmento) James Joyce


Feo y sin sentido: magro cuello y pelo enredado y una mancha de tinta, la baba de un caracol. Sin embargo una mujer lo amó, lo llevó en sus brazos y en su corazón. Pero para ella la estampida del mundo lo hubiera pisoteado, un caracol sin huesos aplastado. Ella amó su tenue sangre acuosa extraida de la suya. ¿Fue entonces real? ¿La única cosa verdadera en la vida? El cuerpo postrado de su madre el fogoso Columbano montó con ardor sagrado. Ella ya no existía: el tembloroso esqueleto de una rama quemada en el fuego, el aroma a palisandro y a cenizas húmedas. Ella lo había salvado de haber sido pisoteado y luego se fue, cuando apenas había existido. Una pobre alma que se fue al cielo: y en un matorral debajo de las estrellas parpadeantes un zorro, hedor rojo de rapiña en su pelaje, con brillantes ojos despiadados escarbó la tierra, escuchó, escarbó la tierra, escuchó, escarbó y escarbó.